Por: Anie Cedeño
En Navidad la Familia Cedeño vivía un acontecimiento a las 12 medianoche, nos reuníamos los hermanos Cedeño hacer una pequeña oración frente al niño Dios, quien vuelve a nacer en cada uno de nuestros corazones, agradecemos por la vida, por mantenernos con buena salud y prosperidad.
Hoy día, aunque cada hermano vive en casas separadas, nos unimos en oración a esa misma hora, pedimos a Dios para que nos mantenga unidos y con salud.
Otra tradición que ha pasado de la generación de los Sánchez, la familia de mi madre, es pegarle a una paila como bienvenida al año nuevo. Me trae felicidad y el recuerdo de mi madre, quien nos enseñó a continuar la tradición. Me emocionará continuarla con mis futuros hijos.
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